El coro de la iglesia del Monasterio de Santa Teresa tiene una particularidad: hay un camastro en el que pernoctan por turnos las 15 monjas de clausura que viven aquí. Si escuchan algún sonido raro, harán sonar un pito, avisando a las demás de la presencia de extraños. Las hermanas carmelitas descalzas tomaron esta medida desde que en febrero del 2019 les robaron los candelabros de plata.
olo en una de las paredes del templo ayacuchano se encuentra ‘La última cena’, un cuadro elaborado específicamente para este monasterio por Augustín de la Rosa, en 1707, en el que las bandejas y los atuendos de los personajes centrales son de pan de oro, y a Jesucristo se le ofrece como platillo principal el cuy. Ello habla del temprano sincretismo e interculturalidad en esta tierra de las 33 iglesias.
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En Santa Teresa, además de fe, el arte religioso es copioso. Entre las 700 obras tenemos desde lienzos del siglo XVII hasta artesanías de la primera mitad del siglo XX. El arte está presente en todos los ambientes, óleos, esculturas en cera, textiles, artesanías, casullas, etcétera.
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Se puede apreciar la colección de 26 pinturas de ‘La Vida de Cristo’, considerada la más grande de su tipo en Sudamérica, y diversas pinturas de ‘Arcángeles arcabuceros’, que es una iconografía muy característica del Perú colonial, amén de objetos de arcilla, oro, plata y tejidos. Pero una gran parte de su pinacoteca –donde hay oras flamencas, españolas, de la Escuela Ayacuchana– está en cajas, en armarios, sufriendo los embates del clima.
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El martes 29 de agosto, la priora Carmen Rosa y las hermanas clarisas abrieron las puertas de los claustros para recibir cantando en quechua a la embajadora de los Estados Unidos, Lisa Kenna. Ella llegó para hacer el anuncio oficial de que el Fondo de la Embajadora para la Preservación del Patrimonio Cultural 2023 lo ganó la región Ayacucho con el proyecto para la catalogación de obras de arte colonial y adecuación de sus depósitos de colecciones del Monasterio de Santa Teresa.
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El proyecto será gestionado por la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC), por medio de su Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio, que utilizará bases de datos modernas para la catalogación. Desde el 2019, este centro ha trabajado proyectos con el Museo de Pachacamac –para analizar los mates precolombinos–, la Catedral de Lima (obras del pintor barroco Cristóbal Lozano) y en la Ruta del Barroco Andino (Cusco).
“Esto es muy significativo con miras a la celebración del bicentenario de la gran victoria para la independencia acá, en Ayacucho, en el 2024”. La embajadora destacó que este proyecto ganador del fondo “es único porque combina el arte, la iglesia y la tecnología”.
Recordó que solo mediante el registro se pueden preservar y proteger las obras de arte y que el Gobierno estadounidense valora las tradiciones culturales ayacuchanas.
Kenna explicó que cuando su embajada otorga estos premios también analiza el contexto que se vive en el país. Por ello, tiene un valor simbólico premiar al monasterio ayacuchano, que fue elegido entre 50 proyectos de todo el Perú, tanto por lo histórico como para la reconciliación y la paz.
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Dijo que lo del arte colonial es algo nuevo para el Fondo de la Embajadora de los EE. UU, que estuvo enfocado en la salvaguarda de la colección fotográfica de Martín Chambi en el Cusco (proyecto ganador del premio en el 2021), con una inversión superior a los 475,000 dólares.
“Todo el arte acá representa a Ayacucho y su historia. Son increíbles las obras que tienen aquí y también las que las propias hermanas han creado con sus manos. Es importante los esfuerzos que ellas hacen para cuidar estas obras”.
Los fondos se canalizan, como en este caso, mediante las universidades, ya que el Gobierno estadounidense analiza con especialistas de diversos campos su otorgamiento bajo criterios culturales-patrimoniales, científicos, arqueológicos y otros.
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Sobre el proyecto
El proyecto se iniciará en octubre y la UTEC tendrá el 2025 como plazo final para la catalogación del material. Al respecto, el director del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio de la UTEC, Juan Carlos Rodríguez, informó que en el proyecto también participarán instituciones ayacuchanas como el Arzobispado de Ayacucho, la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga y la Compañía de Jesús, entre otros. A ellos se sumarán especialistas estadounidenses, como los del Metropolitan Museum of Art (MET) y la Universidad de Harvard, que brindarán talleres con el fin de profesionalizar la conservación en la región bajo conceptos técnicos y científicos. En la catalogación se verá, por ejemplo, el estado de los pigmentos de los lienzos virreinales de la pinacoteca y cómo se ha conservado o deteriorado cada obra. Luego se adecuarán los propios espacios del Monasterio de Santa Teresa como depósitos con adecuada humedad y sin cambios bruscos de temperatura.
Dato
343 años de presencia en Ayacucho cumplen las hermanas carmelitas.