El papa Francisco defendió ayer su decisión de permitir la bendición de parejas del mismo sexo o en “situación irregular”, que ha suscitado recelos entre el sector más conservador de la Iglesia, y también afirmó que no piensa en la renuncia.
Ciudad del Vaticano EFE
“No es ni un pensamiento, ni una preocupación, ni un deseo, es una posibilidad abierta a todos los papas, pero por el momento no está en el centro de mis pensamientos, inquietudes o sentimientos”, dijo en una entrevista al programa Che tempo che fa, respondiendo a si piensa en una eventual renuncia, como su predecesor, Benedicto XVI.
Y agregó: “Mientras yo me sienta con capacidad de servir, seguiré adelante; cuando no pueda más, será el momento de pensarlo”.