En el Refugio de Vida Silvestre Los Pantanos de Villa, en Chorrillos, especies de flora y fauna propias de la costa peruana conviven con las aves migratorias. El cambio climático podría afectar este hábitat, advierte especialista. Hoy Lima conmemora sus 489 años de fundación española.
Una leyenda recorre la tierra de José Olaya y todos los distritos del sur de Lima. Algunos juran que un lagarto blanco se asoma entre los totorales, juncales y la grama salada de los Pantanos de Villa. Terceros afirman que han visto otros lagartos, más pequeños y ordinarios.
El jefe del Refugio de Vida Silvestre Los Pantanos de Villa, en Chorrillos, Omar Ubillús Tolentino, dice que aquí no hay ninguna leyenda: esos animales existen. El lagarto albino mide dos metros y sus hermanos son más pequeños y oscuros, que todos viven con la panza feliz porque se alimentan muy bien con lo que les provee la naturaleza y solo temen a los descendientes de Adán y Eva.
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Lo que falta es investigación. No se sabe si este depredador de gran dentadura es hembra o macho, pero al no tener pareja, estar fuera de un clima tropical y sin la humedad adecuada, es casi imposible que estos reptiles se reproduzcan fuera de un hábitat tropical. “Casi”, subraya Ubillús.
¿Pero, cómo llegaron? Cuando hace años Los Pantanos de Villa no tenían cercos perimétricos, mucha gente dejaba los animales silvestres que ya no podían tener en casa: lagartos, tortugas, sobre todo; algunos vertían sus peceras en este hábitat.
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Peces y aves
La llegada de peces introducidos (de Centroamérica y Japón) y la tilapia ha afectado a las especies nativas de los Pantanos de Villa, como el terror verde y la lebiasina, que han reducido su número porque las nuevas son muy voraces. “Ahora echas una red y más del 90% de peces que salen son especies introducidas”.
Han reducido su población, pero aún no se sabe con exactitud el porcentaje. Ubillús señala que faltan investigaciones para precisar las cifras y lanzar las alarmas, de ser el caso. Por eso, invita a más universidades a hacer investigaciones.
Recordemos que las aguas de los Pantanos de Villa son singulares: las más cercanas a los cerros son las más dulces, mientras que las que están más hacia la playa soportan cierto grado de salinidad. Por ello también se encuentran lizas que, gracias a los maretazos, han saltado del océano, sobre todo a la laguna sur de esta ANP.
En el caso de las aves, las especies acuáticas residentes como los patos (colorados, gargantillos, medialunas), las pollas de agua, las gallaretas, las garzas blancas y azules y los zambullidores (grande y pimpollo) conviven con las especies que migran desde Norteamérica hacia el sur en busca de alimentos.
Espacios similares a los Pantanos de Villa en toda América del Sur se han ido perdiendo, por lo cual mantenerlo permite también la sobrevivencia de estas especies migratorias. “Se perdería un eslabón importantísimo en la cadena de miles de aves migratorias. Por eso, los pantanos cobran más importancia en el ciclo hidrológico”, advierte el vocero del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp).}
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Características
Lima Metropolitana es una de las pocas capitales del mundo ubicadas en la costa; su ecosistema pertenece al Pacífico subtropical y tiene mucha influencia de la corriente peruana.
Por su parte, los humedales como los Pantanos de Villa son ecosistemas muy productivos; recuerda: captan mucho carbono y lo convierten en oxígeno, combaten los gases de efecto invernadero que en Lima –ciudad tan escasa de áreas verdes– resulta vital para el bienestar de sus más de 10 millones de habitantes.
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Neblina es vida
Por su parte, la neblina, tan característica de nuestra urbe, se produce por los vientos que vienen del oeste. Y resulta vital para las lomas o estribaciones andinas donde las lloviznas o garúas permiten en invierno la germinación de muchas semillas y apreciar la flor de Amancaes.
Sin embargo, por la explosión demográfica –de los años setenta en adelante–, la alta biodiversidad de las lomas limeñas se va reduciendo. Uno de ellos es el gecko, la lagartija endémica de Lima que ya está considerada en proceso de extinción por la pérdida de su hábitat.
Último oasis
Los investigadores definen que los Pantanos de Villa surgen de la floración de aguas de la cuenca del río Rímac que se da en esta zona de Chorrillos y lo ha convertido en un oasis protegido por el Estado desde 1989, cuando se instauró la Reserva de los Pantanos de Villa.
El vocero del Sernanp recuerda que la protección estatal permitió controlar la total reducción de este hábitat. Y que el trabajo de conservación aquí es muy distinto a otras áreas naturales protegidas (ANP) del país, se trabaja dentro de una ciudad, no en una zona rural. Entonces, se debe lidiar también con la fuerte presión de la construcción de casas y fábricas hasta sus propios límites. A ello se suma el problema de los residuos sólidos y la inseguridad ciudadana, comunes al resto de la ciudad.
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Educación
Sin embargo, resalta la buena relación que se tiene con las poblaciones vecinas, sobre todo con los más jóvenes, que alertan cuando echan basura o desmonte en esta ANP limeña y ayudan en los trabajos de limpieza de los linderos.
“Pero no ha sido suficiente. Por eso, además de las actividades de monitoreo de las especies que realizan los guardaparques, apuntamos a trabajar el tema educativo mediante el Centro de Interpretación Refugio de Vida Silvestre los Pantanos de Villa”.
El centro, ubicado en la urbanización Los Huertos de Villa, empezó a funcionar en el 2019, pero con la pandemia recién el año pasado reanudó sus actividades y este verano lo ha retomado con fuerza, enfocando las visitas guiadas a grupos de estudiantes de todos los niveles. Hay peceras y esculturas de aves que facilitan las explicaciones antes de visitar el pequeño relicto del pantano.
En la actualidad, el ciclo del agua no ha cambiado: de enero a setiembre u octubre, tiene un buen volumen de aguas, gracias a las precipitaciones en la sierra, y baja los niveles de agua los dos últimos meses del año. Pero Ubillús advierte que en unos 20 o 30 años, cuando los volúmenes de agua del Rímac se reduzcan por la falta de glaciares, afectará severamente los canales que abastecen con aguas subterráneas a los Pantanos de Villa.
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Datos:
-Más de 400 especies de fauna conviven en los Pantanos de Villa.
-El año pasado, el Refugio de Vida Silvestre los Pantanos de Villa del Sernanp tuvo 6 guardaparques voluntarios que se sumaron en las tareas a los 3 guardaparques oficiales.
-Los interesados en ingresar al programa de guardaparques voluntarios, pueden enviar un correo a oubillus@sernanp.gob.pe.
-En Lima y el Callao solo quedan tres oasis de vida silvestre para aves migratorias: los Pantanos de Villa, los Humedales de Ventanilla y la Poza de la Arenilla en La Punta.
-El Perú lidera el ranking mundial de aves, gracias a la gran cantidad de ecosistemas que albergan las 76 ANP.