Un bombardeo israelí destruyó un anexo de la embajada de Irán en Siria y mató a por lo menos once personas, entre ellas siete miembros de los Guardianes de la Revolución islámica, incluidos dos altos mandos.
Damasco, Siria AFP
El ejército ideológico de la República Islámica de Irán confirmó en un comunicado el fallecimiento de siete de sus miembros, entre ellos dos altos mandos de la Fuerza Quds, su brazo de operaciones exteriores, Mohamad Reza Zahedi y Mohammad Hadi Haji Rahimi.
Reacción
Las autoridades de Teherán prometieron responder de manera “decisiva” a este ataque sin precedentes contra un edificio diplomático iraní en Siria, donde Irán y sus aliados –enemigos de Israel– apoyan al gobierno de Bashar al Asad.
“El ataque destruyó todo el edificio, matando e hiriendo a todos los que estaban dentro, y se está trabajando para recuperar los cuerpos y rescatar a los heridos de entre los escombros”, afirmó el Ministerio sirio de Defensa mientras en el lugar los servicios de emergencia buscaban víctimas bajo los restos y sonaban las sirenas.
Las fuerzas de seguridad acordonaron el perímetro ante una multitud de curiosos que se agolpaban cerca de vehículos calcinados.
Un periodista constató que el bombardeo solo dejó en pie la puerta del edificio, con un cartel que mencionaba “la sección consular de la embajada de Irán”.
Extensión del conflicto
El embajador iraní en Siria, Hossein Akbari, quien resultó ileso, aseguró a la televisión estatal iraní que el ataque se realizó con “aviones de combate F-35 y seis misiles”.
Preguntado por la incursión, el portavoz del ejército israelí, el contralmirante Daniel Hagari, respondió que “no comentaba las informaciones de la prensa extranjera”.
Desde el inicio el 7 de octubre de la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, ha ido creciendo el temor a que el conflicto adquiera una dimensión regional.
Israel ha intensificado los ataques contra otros grupos vinculados con este movimiento islamista palestino y como él respaldados por Irán.
También la televisión estatal iraní informó que entre los muertos estaba el general de brigada Mohamad Reza Zahedi, y uno de los altos mandos de la Fuerza Quds.
Una respuesta seria
El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Hossein Amir Abdollahian, imputó el ataque a Israel y pidió una “respuesta seria de la comunidad internacional”, según un comunicado.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, “perdió completamente el equilibrio mental debido a los sucesivos fracasos del régimen israelí en Gaza y a la incapacidad de lograr los ambiciosos objetivos de los sionistas”, afirmó.
El embajador Akbari denunció que “el ataque israelí contra el consulado iraní muestra la realidad de la entidad sionista, que no reconoce ninguna ley internacional y hace todo para conseguir sus objetivos”.