El presidente libertario Javier Milei enfrenta hoy una huelga general convocada por la mayor central sindical de Argentina, en el primer gran desafío a las reformas ecónómicas que emprendió desde que llegó al poder hace un mes y medio.
La Confederación General del Trabajo (CGT), de orientación peronista, rechaza en particular los cambios por decreto del régimen laboral que impulsa Milei, que limitan el derecho de huelga y afectan la financiación de los sindicatos.
“Ningún gremio está en posición de ceder ni un centímetro de lo logrado”, advirtió el cosecretario general de la CGT, Facundo Moyano, que rechaza también la llamada Ley Ómnibus de reducción de gastos y desregulación de la economía que trata el Congreso, donde el oficialismo está en minoría.
También se adhirió a la convocatoria la Confederación de Trabajadores Argentinos (CTA), segunda central sindical, así como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
Movilización
Organizaciones ciudadanas y sindicales internacionales llamaron a movilizarse a favor de los manifestantes en Argentina y se esperan actos en Montevideo, Madrid, Londres, Berlín y París, entre otras ciudades.
Será la primera manifestación de alcance nacional contra el Gobierno y sus draconiananas medidas de ajuste con las que busca contener una inflación anual de 211%, récord en 30 años.
En diciembre, en términos interanuales, el consumo se contrajo 13.7% y la producción de las pequeñas industrias cayó 26.9%, según la cámara empresaria CAME.
Además, la devaluación del 50% y la liberación del precio de los combustibles, entre otras decisiones de Milei, recortaron fuertemente el poder adquisitivo de asalariados y jubilados, y el descontento se trasladó directamente a las calles.
Un centenar de personas se manifestaron ayer llevando ollas vacías frente a la residencia presidencial de Olivos, en el norte de Buenos Aires, como un preludio de lo que será la huelga.
Mariano Marín, un activista de Barrios de Pie, que organiza comedores populares, contó que “muchas personas que no estaban viniendo a los comedores ahora se están acercando para completar una comida”.
La huelga durará 12 horas a partir del mediodía, y arrancará con una marcha desde la sede de la CGT, a pocas calles de Plaza de Mayo, hasta el Congreso.
“El paro va a mostrar que hay dos Argentinas. Hay una Argentina que se quiere quedar en el atraso, en el pasado, en la decadencia”, dijo el presidente sobre la huelga.
El Gobierno afirmó que descontará el día a los trabajadores estatales que se unan al paro. “Quien no trabaja, es razonable que no cobre”, afirmó el vocero Manuel Adorni.
Reforma
El mega-Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de 366 artículos dictado por Milei apenas asumió introduce varios cambios de fondo en la antigua y consolidada legislación laboral argentina, en particular sobre el ejercicio del derecho a huelga.
Milei exige coberturas mínimas de 75% en servicios esenciales como educación, transporte y alimentación, entre otros, e impulsa despidos con causa a huelguistas.
Denunciarán extorsiones
El Ejecutivo también abrió una línea telefónica “gratuita y anónima” para “todos aquellos que se sientan extorsionados, amenazados u obligados a parar” por sus sindicatos. En Argentina, uno de cada cuatro trabajadores está sindicalizado.
La práctica fue estrenada en diciembre, ante incipientes protestas contra el Gobierno. En las estaciones de trenes suburbanos se difundieron todo el día mensajes invitando a denunciar presiones para sumarse a marchas y actos, un recurso tachado de “orwelliano” por los opositores
Desde su creación, la línea recibió 53,300 llamadas con denuncias y para esta primera huelga nacional otras 3,000, afirmó Adorni, aunque el Gobierno nunca entregó el detalle a la justicia.